Jacob Ndow era, según sus propias palabras, «el hombre más popular del centro de detención» en una ciudad de Libia cuyo nombre no recuerda. «Por la canción que cantaba. Los entretenía con ella porque había muchas preocupaciones». Eso fue en 2017 y ahora Jacob Ndow cuenta y canta su historia delante de un pequeño mural que incluye entre sus motivos un cayuco tachado, una forma de pedir a los jóvenes que no se lancen al mar para llegar a Europa.Read More
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